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Gestos,
mentiras y museo
Preguntas
a los AO y reflexiones sobre el affaire Mamba
Jan Banning, USA, de la serie Bureaucracy (Burocracia), 2002
Desacostumbrados al ejercicio de la crítica objetiva y a un
saludable disenso, el affaire MAMbA nos conmocionó a todos e hizo cimbrar al mundo
del arte.
Los artistas (los donantes y los no), las políticas culturales del
gobierno metropolitano y la dirección del MAMbA quedaron en el centro del
debate.
De los artistas convocados a participar y donar sus
obras en la muestra, surgió la agrupación AO (Artistas
Organizados). No obstante, al acercarse a ellos en busca de respuestas, uno cae
en la cuenta que hay tantas posturas, ideologías y motivaciones como individuos
que la componen. Con muchas contradicciones, con la timidez de los primerizos y
con el lógico miedo que provoca el riesgo de las jugadas ultra, el gesto
político primero no condijo con las acciones siguientes, licuando así el
resultado final.
No obstante, este resultado no
es terreno yermo. Creo que las acciones comenzadas tanto por los AO como por
los que se negaron a donar sus obras para la muestra Últimas Tendencias
II, pueden ser un muy buen punto de partida para cambios y transformaciones
aunque, claro, habrá que sostener postura, ideas y
acciones cuando los ecos de la batalla se hayan apagado. Y lo más difícil,
todos lo sabemos, es sostener en el día a día.
Una cosa más. La Carta de los
AO pone al otro lado del ring al Gobierno de la Ciudad y sus políticas
culturales, ignorando llamativamente la
sempiterna gestión de Laura Buccellato, directora del MAMbA, que peca del peor
de los males que puede padecer la función pública: el enquistamiento en
el poder.
¿Hay entonces un fondo
partidista en esta acción? Para el caso, lo grave sería desviar las
responsabilidades de cada uno de los actores del conflicto por una cuestión
ideológica, en éste punto, irrelevante.
Es necesario ajustar políticas
culturales, hacer cumplir códigos deontológicos e implementar una efectiva
legislación de museos, sí; pero no debe
desatenderse tampoco que la
perpetuación en los cargos directivos y en los espacios de decisión, convierte
a los museos en prosaicos quioscos personales. O en instituciones estáticas,
pauperizadas y tenebrosas como la Casa Usher.
Preguntas de Mariano Soto a los AO (Artistas
Organizados)
1- ¿Por qué no aceptaron ser entrevistados por la revista, en lugar de
acceder sólo a responder preguntas por escrito?
La intención detrás de este procedimiento es generar información clara
que no sea susceptible de edición y manipulación periodística. Por otro lado
fue la manera que encontramos para que el contenido que llegue a los medios
pueda estar previamente consensuado por el grupo, y de esa manera ser
representativo y legítimo.
Abrimos un espacio con
nuestra primera declaración y queremos seguir brindando contenidos. Somos artistas y el haber acordado expresarnos
sólo a través de escritos, cuidados y votados por la mayoría, no es sólo un
gesto político: es un manifiesto.
2-
Estando al tanto de la situación desde hace ya tiempo, ¿por qué esperaron tanto
en reaccionar?
Esta situación es sólo una de muchas a las que se expone el artista y
que solíamos afrontar sin manifestar nuestro malestar y mucho menos
organizarnos de manera colectiva. Por la propia naturaleza de nuestra
actividad, solemos actuar en soledad. Por otro lado, tanto en la esfera pública
como privada, los tratos son con cada artista individualmente. En este caso
particular, el malestar fue circulando entre nosotros y por primera vez en
muchísimos años, decidimos unirnos y empezar a actuar de modo colectivo y
solidario. Este deseo de agrupamiento estaba latente en muchos y esta ocasión
nos permitió la cohesión.
Entonces, la pregunta no es por qué esperamos tanto tiempo sin
reaccionar si no hasta qué momento uno tolera usos y costumbres que considera
injustos. Pensamos que el campo del arte local está en una situación de madurez
mayor que hace unos años y que eso permite que este reclamo en contra de un
procedimiento así sea comprendido por todos los agentes de este sector
profesional, aún cuando pueda haber diferentes posturas en cuánto a las
acciones a tomar. Nuestro reclamo de fondo tiene que ver, antes que nada, con
mejorar las condiciones del trabajo artístico.
3- ¿Qué criterio aplicaron a la hora de no aceptar a determinados
artistas en la organización o en hacer que las asambleas sean cerradas y de
ingreso restringido?
Las asambleas no son cerradas ni restringidas, están abiertas a
cualquier artista que quiera participar y que muestre interés y compromiso en
continuar el trabajo que empezamos aquí. Durante las primeras reuniones sí
consideramos que era importante acotar el ingreso, para que en los momentos de
decisión estuvieran presentes fundamentalmente los interesados directos en la
coyuntura puntual que nos aglutinó. Fue una medida tomada en la emergencia del
momento, pura y exclusivamente pensando en no complejizar la operatividad de un
grupo tan incipiente que debía tomar un gran numero de decisiones en un tiempo
muy acotado. La intención de AO es hacer crecer esta organización integrando a
todos los artistas visuales y sus problemáticas.
4- ¿Cual es su postura frente a la gestión de Laura Buccellato?
AO cuestiona duramente la metodología implementada en ocasión de la
muestra Últimas Tendencias II que intentó canjear donación por legitimación.
Señalamos que el título de la muestra funcionaba
como una trampa extorsiva, para infundir presión en los artistas, y que todos
aquellos que se negaron a donar por malestar y descontento fueron excluidos de
la misma. Este tipo de procederes desvalorizan el trabajo de todos. Repudiamos el
maltrato desproporcionado que esto implica.
Este sistema de adquisiciones por donación de obras en forma masiva fue implementado durante la crisis de 2001 y más de 10 años después, dentro del marco de un nuevo contexto social y político nacional, intenta repetirse sin ningún cuestionamiento ni modificación.
Este sistema de adquisiciones por donación de obras en forma masiva fue implementado durante la crisis de 2001 y más de 10 años después, dentro del marco de un nuevo contexto social y político nacional, intenta repetirse sin ningún cuestionamiento ni modificación.
Es el resultado de muchos años de desatención a la
cultura en la ciudad. Prueba de esto es, por ejemplo, que no tengamos una ley
de museos en la Ciudad de Buenos Aires con todas las consecuencias que esto
acarrea: falta de presupuesto operativo asignado, falta de seguridad y cuidado
para las obras del acervo y las exhibiciones, falta de personal competente y
formado en todas las áreas, imprecisión (y por lo tanto librado al arbitrio
personal) de las funciones del museo, etc.
En la medida en que Últimas Tendencias II
pretende ser una muestra que de cuenta de lo más destacado de la producción
artística de los últimos 10 años, AO manifiesta su disconformidad con que se
genere historia sin realizar un trabajo serio de investigación y selección de
los artistas, con curadores, historiadores e investigadores calificados que
realicen un estudio profundo de la década y lo plasmen en un texto curatorial a
la altura de las circunstancias.
Y que además, se deprecie conceptualmente el
enorme aporte de los artistas en estos años proponiendo su visibilidad a través
de la obligatoriedad de donación.
Estos procedimientos son ejemplos de algunos de
los métodos utilizados en el mundo del arte argentino que nos interesa
cuestionar. Este tipo de abusos no deberían ocurrir en ningún ámbito, menos aún
en el público, que consideramos que debería sentar el modelo de conducta para
todo.
5- Si el esquema de donación de obra no ha respondido a las expectativas
del grupo, ¿cómo esperan ustedes que el MAMbA reorganice el sistema actual de
adquisiciones?
El MAMba depende del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Nos
permitimos pensar que si hay voluntad política, el museo debe contar con un
presupuesto acorde al contexto: una ciudad de abundancia económica y excelentes
artistas con producción de calidad. Si así fuera, podríamos hablar justamente
de adquisiciones y no de donaciones.
Mientras no haya presupuesto para pagar esas obras, el museo debe poner
sus energías en generar contenido, más que en ampliar su patrimonio. Conseguir
fondos para hacer muestras -que no sean meros productos enlatados-, para
exhibir y conservar su acervo, por ejemplo, para generar proyectos educativos y
de diálogo con el contexto.
Un deseo que todos tenemos es que nuestras instituciones se mantengan
dignamente y puedan funcionar sin exigirle a ninguno de sus trabajadores que
trabaje gratis. No trabaja gratis un curador, ni la persona que limpia los
espacios, ni el diseñador, ni el encargado de prensa, ni el director de un
museo. ¿Por qué debería trabajar gratis el artista, que es además, quien da los
contenidos, la razón de ser de estas instituciones? Sin artistas no hay arte,
sin arte, no hay museos.
6-
Atendiendo al tinte ideológico que tiene la carta, ¿son conscientes del grado
de incoherencia de las acciones del día de la inauguración?
Incoherencia
sería seguir callados, como un gran número de actores del sistema del arte
desearían: artistas obedientes y mudos. AO se está construyendo, aceptando sus
contradicciones, pero saliendo de la inacción y decidió aceptar la realización
de la muestra “Ultimas tendencias II” como plataforma de visibilidad de su
reclamo. También accionó para la suspensión del trámite de adquisición por
donación hasta tanto no se revean las condiciones. No olvidemos que estos
dos hechos, junto a la solicitada pública, fueron la condición de
posibilidad de existencia, al menos, de este cuestionario.
La manifestación de nuestro descontento fue abierta y
circuló libremente por los medios y las redes sociales y alcanzó nuestro
objetivo más inmediato que era señalar el problema; las soluciones luego hay
que buscarlas entre todos, nosotros no tenemos las respuestas automáticas, ni
es exclusivamente nuestro rol proveerlas; sí queremos que se dé el diálogo
entre las partes y acelerar el proceso de encontrar soluciones para una larga lista
de problemas vinculados a las políticas culturales y sobre todo al área de las
artes visuales, problemas que evidencian una gran falta de madurez
institucional. Entonces, estamos simplemente señalando un problema gigante, que
no se resuelve en un solo paso y menos con la propuesta de un solo componente
del campo (en este caso los artistas). Nuestro impulso principal fue y es
empezar a convocar a ese debate público que la cultura local se merece tener
desde hace tiempo, y que siempre ha sido pospuesto. Las instituciones y los
artistas no pueden seguir actuando como compartimentos estancos. El espacio que
estamos abriendo con nuestras acciones está en coherencia con nuestros
objetivos futuros que son, justamente, la valorización del trabajo del artista,
el reconocimiento de lo indispensable de nuestra participación como actores
fundamentales del sistema del arte en un marco de transparencia y leyes claras.
AO
Artistas Organizados