martes, 20 de diciembre de 2011

Preciosa reseña de Juan Batalla en Ramona Web sobre el encuentro de retratos organizado por Manguruyú Project (Mariano Soto y Dany Barreto)

Enlace directo a la reseña en Ramona Web:
http://www.ramona.org.ar/node/40764



¿POR QUÉ ME DIBUJASTE ASÍ?
por Juan Batalla

"Hay algo fatal en un retrato. Tiene vida propia."
(El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde)

Aunque nunca las hayamos experimentado personalmente, conocemos a través del cine el sistema relacional que configuran las multicitas, o speed dating. En ellas, con el marco de una noche de bar, cada persona tiene algunos minutos para descubrir a quienes se van situando enfrente.
¿Por qué me dibujaste así? chancea, ya desde el título puesto al encuentro, con la posibilidad de una sorpresa para el retratado en torno al abordaje que otro artista haya realizado acerca de él o ella. E imaginamos que las sorpresas no fueron pocas. Es probable que aquel de quien no lo pensaban haya captado algo que reconoce lo que está del otro lado de cada uno; y que se hayan encontrado afinidades y también gestado furias, al modo de lo que sugiere la pregunta del título.
Un poco al modo de las mentadas multicitas, dieciséis artistas se sentaron a lo largo de una mesa puesta en un patio, para retratarse unos a otros, rápidos y furiosos. Calculando quince minutos por retrato. Casi en silencio, con el fondo de rumbas  que luego se tornó tecno cuando bandejeó para los presentes DJ Mussa Phelps.
Manoamanos, a quemarropa se urdieron las imágenes que fueron colgados en cordeles tensados a lo largo del patio de este espacio de experimentación único por significación y método de trabajo. Carlitos Baragli, su ideólogo, también formó parte de la troupe retratista.
Luego llegaron los amigos y público que asistieron a esta primera presentación de Manguruyú Project, espacio nómade conducido por Mariano Soto y Dany Barreto.
Los dieciséis artistas que formaron parte del encuentro son poseedores, ahora, de quince retratos realizados por sus pares. Colección instantánea y peligrosa, ya que cualquiera intuye que un retrato siempre conlleva alguna clase de pacto con mandingas, casi más que con su autor. Por registro de un momento único, que certifica la fugacidad de la vida orgánica, y testigo de la química que se establece entre las personas, jamás repetible. He allí un desafío que el taimado tiempo venga.
Multiplicados por quince, quizá en semejante número actúen como talismán aun más poderoso que la pintura que realizó Basil Hallward para Dorian Gray. ¿Podrá abstraerse, alguno de los dieciséis pasajeros de la cita, de formular un deseo a la luz de sus retratos?








No hay comentarios:

Publicar un comentario